Imprimir
Rev.2-23 feb 2013
En otra entrada presentamos una lista de los temas cuya inclusión
en el blog hemos procrastinados (postergado),
ya sea porque todavía estamos trabajando en ellos o porque hemos priorizado
otros.
¿POR QUÉ PROCRASTINADOS?
¿Por qué procrastinados? Porque estamos obligados a diferirlos,
aplazarlos o “dejarlos para después” debido a que la temática aduanera es muy
extensa, y especialmente porque no queremos demorar la salida pública del blog.
Por otra parte, esta lista no estará estática, ya que esperamos que tanto los
administradores como los visitantes del blog nos sugieran, cada vez que lo
deseen, nuevos temas que consideren de su interés, y finalmente porque el mundo
aduanero es por su propia naturaleza muy dinámico, así que con seguridad
siempre habrán temas en la categoría de pendientes o procrastinados.
¿Por qué usamos está palabra tan “rebuscada”?
Bueno, porque este blog tiene como principal propósito compartir conocimientos,
no solamente en el ámbito técnico-aduanero, sino en todos los ámbitos del
quehacer de los auxiliares aduaneros, incluyendo todo lo relacionado con la “productividad”.
Que desconozcamos una palabra no significa
que no exista. Todos (o la gran mayoría) somos procrastinadores, al menos en el
sentido que lo define el DRAE (“Diferir, aplazar”), es un fenómeno muy de nuestra
época. Hay quienes consideran a la procrastinación como un mal hábito, incluso como un trastorno del comportamiento, otros difieren y piensan que puede haber procrastinación mala y procrastinación buena. El tema es tan interesante que es estudiada en la universidad hasta se ha
propuesto una fórmula que la explica.
-La imagen es de su creador-firma identificadora en la misma- |
Como es un asunto que tiene relación con el problema de
autorregulación y organización del tiempo, tiene mucha importancia con la
administración y ejecución de nuestras tareas diarias; sabemos por ejemplo que
es importante tener bien ordenado el archivo de las Declaraciones Aduaneras,
pero cuando tenemos tiempo disponible para ello, preferimos hacer una llamada o
cualquier otra cosa menos importante, en lugar de ordenar el archivo. O bien,
sabemos que tenemos que consultar diariamente las Circulares Técnicas para
enterarnos de alguna nueva norma importante, pero siempre nos justificamos que
no tenemos tiempo, sin embargo cuando la Aduana nos aplica una multa tenemos
que dejar lo que estamos haciendo (aunque sea “muy importante”) y dedicar más
tiempo para informarnos y salir en carrera a resolver el problema que nos
ocasionó nuestra falta de información. ¿Más ejemplos? Salimos en carrera a
pagar el servicio de energía eléctrica, hasta que vemos a la cuadrilla de corte
poniendo la escalera justo en el poste o al lado del rótulo de la Agencia
Aduanera. Porque dejamos el pago para después. Porque somos procrastinadores.
Nos gusta pegar carreras innecesariamente. No planificamos y/o no cumplimos con
nuestros deberes en el tiempo oportuno. No aprendemos.
Aunque el tema puede ser controvertido, es
bien cierto el consejo de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, sin
embargo, en la práctica diaria no podemos hacerlo todo el mismo día, así que a
veces es cierto lo que se afirma jocosamente: “no hagas hoy lo que puedas dejar
para mañana”, o como dice El Libro “basta a cada día su propio afán”. ¿En qué
quedamos, pues?... Asunto de administración, aprendamos a priorizar.
Desde luego, el asunto no acaba con los
Auxiliares Aduaneros proscratinadores, también procrastina la Aduana, por
ejemplo, sin ir muy lejos, la Ley 265 “Ley de Autodespacho...” publicada en
noviembre de 1997, dispone, en su Arto.3 que las obligaciones no tributarias son las “que se hubiesen expedido de conformidad a las leyes vigentes,
identificados en términos de la posición arancelaria, a nivel de inciso,
precisión y nomenclatura que les corresponda, conforme al arancel vigente y
publicado en los medios de comunicación social escritos, sin perjuicio de su
posterior publicación en La Gaceta, Diario Oficial”. Esta norma jurídica obliga
a que la Aduana publique las prohibiciones y restricciones para la importación
o exportación identificando las mercancías con su respectivo código
arancelario. Todavía no lo ha hecho. Desde 1997. Está procrastinando. Y los
Auxiliares e Importadores/Exportadores también, porque no se nos puede exigir
lo que la ley no manda, si las prohibiciones o restricciones no “se hubiesen
expedido” conforme a la ley ¿por qué estamos obligados a cumplirlas? Nos
quedamos esperando... no recurrimos... ¡procrastinamos la defensa de nuestros
derechos! Mientras tanto seguimos pagando multas y soportando la costosa
burocracia de las instituciones que otorgan los permisos que ni ellos mismos son
capaces de definir con exactitud.
Y vean qué interesante, la procrastinación
trasciende las fronteras, ¿será porque hablamos de aduana? Parece lógico, al
fin y al cabo se trata de trascender las fronteras: El CAUCA que entró en vigor
en agosto del 2008, establece en su Arto. 42 un “Arancel Integrado” que
teóricamente debería contener además de los derechos arancelarios, las “demás
regulaciones no arancelarias aplicables en el intercambio de mercancías” (por
eso es “integrado”). En otras palabras, es el Arto. 3 de la Ley de
Autodespacho, “procrastinado” nacionalmente, llevado a nivel regional también
procrastinado (estamos comenzando 2013 sin que se haya dado a conocer). Parece
ser que la procrastinación alcanza también a la integración. ¿Podemos hablar entonces
de una “procrastinación centroamericana” o de una “procrastinación integrada”?,
en este caso. ¿Y el Arancel
Informatizado Centroamericano (AIC)? preguntarán algunos. Nada que ver, lo
financió la UE, lo administra la SIECA,
pero no es vinculante y es totalmente inservible para esto efectos. Si no lo
cree, consulte el AIC en la Web de la SIECA.
¿Hay más ejemplos? Un montón, el Tribunal Aduanero es otro ejemplo de procrastinación:
Debió estar listo en febrero del 2009 pero entró en funciones hasta en octubre
del 2012.
| TEMAS CONEXOS: |
|0009|Auxiliares Aduaneros de
Nicaragua: afpanic.blogspot.com
afpanic@gmail.com